La imagen ha sido realizada en terracota por el onubense Abraham Ceada. Tiene una altura de
Se da la circunstancia de que no existía hasta este momento ninguna imagen de la Virgen María en el interior del Cementerio Parroquial. La instalación de la imagen coincide con el centenario de las apariciones de la Virgen en Fátima (Portugal), ocurridas entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917.
La presencia de la imagen de la Virgen de Fátima en el cementerio es una llamada a seguir en mensaje que la Virgen dejó a los tres pastorcitos. Para los creyentes es un mensaje de oración y de conversión para obtener la paz en el mundo. Para todos aquellos que visiten este camposanto es una llamada a sentir el consuelo y la protección de Santa María.